Si queréis ahorrar unos cuantos euros en cada depósito de gasolina y contribuir a una mejora de nuestro entorno, os paso una serie de 10 consejos que de verdad funcionan:
- No modificar las dimensiones originales de los neumáticos y mantener la presión correcta en todo momento.
- Si el coche es de gasolina, girar la llave de contacto sólo cuando se vaya a salir (sin pisar el acelerador). En los diésel, esperar unos segundos al ralentí.
- Usar la primera el mínimo tiempo posible y procurar cambiar a 2ª a unas dos mil o dos mil quinientas revoluciones en los gasolina y no más de 2.000 en los diésel.
- Circular usando las marchas más largas para bajar las revoluciones sin que el coche llegue a vibrar cuando vaya a pararse.
- Cuando haya que reducir, bajar la marcha lo más tarde posible. Siempre que no se pise el acelerador a más de 20 km/h, el consumo será de 0,0 aunque el cuentarevoluciones suba. Además, se puede pasar de 5ª a 3ª o de 4ª a 2ª sin que el cambio sufra.
- No abusar de la calefacción ni de la luneta térmica sin necesidad. Si hace calor, bajar la ventanilla por debajo de los 80 km/h y poner el aire acondicionado por encima de esta velocidad.
- Levantar el pie si se ve que los de delante se paran: anticipándose a la situación y aprovechando la inercia del coche, no se perderán posiciones en el carril y con suerte el semáforo cambiará a verde antes de llegar, así no habrá que parar, reiniciar la marcha y gastar más.
- Si hay que detenerse a esperar a alguien o hay un inmenso atasco en el que no se puede avanzar; es decir, si se intuye que la parada será de más de 60 segundos, es conveniente apagar el motor. En los diésel esperar unos instantes.
- Conducir a velocidad constante para ahorrar combustible, embrague y frenos.
- Salvo que la seguridad aconseje lo contrario, apagar las luces cuando no sea obligatorio.
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